El Tour de Francia 2025 promete otra edición inolvidable de la mayor carrera ciclista del mundo. Aunque el recorrido oficial no se desvelará hasta octubre de 2024, la expectación crece con rumores sobre posibles ciudades de inicio, puertos icónicos y una nueva generación de corredores lista para dejar huella. Las primeras especulaciones apuntan a un Grand Départ en el norte de Francia—quizá Lille o Estrasburgo—seguido de un trazado exigente de unos 3.500 km con etapas de montaña, contrarrelojes y llegadas al sprint. París volvería a acoger el final en los Campos Elíseos, fiel a la tradición.
Para la general, todos miran al duelo entre Tadej Pogačar y Jonas Vingegaard. Pogačar, completo y siempre agresivo, ha pulido aún más su crono y parte como gran favorito. Vingegaard, por su parte, sigue siendo quizá el mejor escalador puro del pelotón, con una constancia sobresaliente en las últimas grandes vueltas. Remco Evenepoel añade picante: centrará su temporada en el Tour. Con su potencia explosiva, crono de élite y mentalidad valiente, puede aspirar a todo si se adapta a las exigencias únicas de la ronda francesa. El veterano Primož Roglič también entra en la quiniela por su experiencia y olfato táctico en alta montaña.
Más allá del maillot amarillo, el verde promete espectáculo. Jasper Philipsen intentará revalidar su dominio al sprint, pero jóvenes como Arnaud De Lie y Olaf Kooij pueden agitar la jerarquía. Como tapados, Juan Ayuso, Carlos Rodríguez y Matteo Jorgenson podrían asomarse al podio si gozan de galones. Se esperan cimas legendarias como Alpe d’Huez, Tourmalet o Mont Ventoux, y no se descartan incursiones en Bélgica o Luxemburgo para aportar variedad. Tras un 2024 con poca crono, se especula con más kilómetros contrarreloj, lo que favorecería a los más completos.
Fuera de la carretera, las tramas son igual de atractivas. El duelo Pogačar–Vingegaard es ya una de las grandes rivalidades del ciclismo moderno. El compromiso total de Evenepoel intriga, como también el anhelo francés de un podio local, un sueño perseguido durante décadas. Pesa además el año olímpico: algunos llegarán afinados por la preparación de París. También hay récords en juego, nuevas marcas de velocidad y de precocidad.
La afición mundial seguirá cada etapa por Eurosport, NBC, ITV, SBS, y en plataformas digitales con seguimiento en vivo y contenido “detrás de cámaras”. Con la app oficial del Tour o los registros de Strava, el fan está más cerca que nunca. En definitiva, el Tour 2025 se perfila como una fiesta de resistencia, táctica y espectáculo. Con nuevos aspirantes, campeones consolidados y un recorrido propicio para momentos míticos, esta edición puede ser histórica.
